Periodistas, comunicadores sociales, trabajadores de la prensa y el Coronavirus
Por Marcos Santos. – La terrible situación que padece el pueblo dominicano en sentido general, y en especial la ciudad de San Francisco de Macorís, es indescriptible desde el punto de vista humano, al ver como personas queridas y respetadas por esta sociedad, fallecen y son sepultadas sin oportunidad de decirles un adiós.
Hoy 5 de abril, se celebra en la República Dominicana, el Día Nacional del Periodista, llegando este en un momento sumamente difícil para esta clase tan vulnerable desde el punto de vista económico y social.
Y es que los periodistas no estamos identificados en una clase social definida.
No somos clase alta, pero tampoco clase media, y bien se nos podría encasillar en clase baja, por las precariedades y la fragilidad en las que nos desenvolvemos.
En este país, la mayoría sabe que los sueldos devengados por los comunicadores sociales y trabajadores de la prensa, son insuficientes para el sustento de ellos y de sus respectivas familias.
En una inmensa mayoría son sueldos de miseria, lo que obliga al periodista y al trabajador de la prensa, acudir al pluriempleo, y al dedicar tiempo a otras labores muy distante del oficio de informar.
En otros casos, el tema en cuestión es más radical.
Muchos han tenido la necesidad de abandonar totalmente sus carreras para dedicarse a otra cosa, y los ejemplos en San Francisco de Macorís y en todo el país sobran.
En estos tiempos de crisis sanitaria que sufre el país, con casi todas las actividades comerciales paralizadas, muchos nos preguntamos de qué van a vivir los periodistas y trabajadores de la prensa que no son empleados de alguna institución publica o privada, tomando en cuenta que aquellos que tienen sus programas en la radio y en la televisión, o aquellos que tienen paginas de Internet, no pueden cobrar publicidad, porque sencillamente no hay a quien cobrarle.
Incluso, hay muchos que se han visto en la situación de suspender sus respectivos programas televisivos y radiales para no acumular deudas con esas empresas, y hoy día están desamparados, y a merced de la mano solidaria de familiares y amigos, porque los del gobierno solo piensan en ellos mismos, sus propios familiares y sus grupos de alabarderos y canchanchanes.
El comunicador social y los trabajadores de la prensa están abandonados a su suerte en esta coyuntura bien difícil que vive la sociedad dominicana y el mundo.
Una situación que, a pesar de la gravedad, no dejamos de ver como funcionarios de la presente administración del Partido de la Liberación Dominicana, PLD, la aprovechan en todo el sentido de la palabra para beneficio propio y de sus reducidos grupos.
Da pena y vergüenza ver como el dinero del pueblo se los llevan entre las uñas, personajes que han hecho muy poco o nada en beneficio de la colectividad, pero en cambio, son esos mismos personajes que han aprovechado muy bien su cercanía con círculos exclusivos, haciendo negocios con el Estado dominicano, obteniendo pingües beneficios.
Aquí en San Francisco de Macorís, hay familias completas en la nomina de las instituciones publicas y sus respectivos negocios que antes apenas salían a flote, hoy en día exhiben un crecimiento tan grande, que genera estupor en la población.
Da vergüenza ajena, ver como funcionarios y dirigentes del PLD venden “caridad” dando lo ajeno.
Da rabia e impotencia, ver como se nombran en una institución publica a personeros de mala reputación en calidad de empleado temporero, con sueldos lujosos en detrimento de las clases más necesitadas.
Y en lo que el hacha va y viene, al periodista, al comunicador social, a los trabajadores de la prensa, que se los lleve el mismo diablo.
Y, sobre todo, un diablo vestido de morado con destellos de amarillo.
El autor es director de CALLE56.COM y MUJERESRD.COM, además de conductor del programa Con Marcos Santos que se difunde de lunes a viernes de 9 a 10 de la noche por el canal 8 de Telenord